;)Noticia: ¡desvelado el misterio de los guantes negros!
El misterioso caso de los guantes negros de Ramón:
Acto primero.
El pasado domingo, en Conil, la mar embravecida arrojaba las olas hacia la playa con tanta fuerza que la marea no parecía bajar nunca. La lluvia arreciaba y dejaba una fina capa de agua sobre la arena ya empapada. 6 WINDreamer 6, se batían a muerte en cada bordo por ganar la posición, Fernando, rápido como las gaviotas ganaba en las ceñidas; Carlos, constante estratega, en las en las trazadas; Arturo arriesgando al máximo en las trasluchadas; Juanele, sólido como un volvo, perseguidor inasequible al desaliento; Ramón, inconstante como siempre, a veces delante, a veces detrás; y Javier, el que nunca gana, ¡gana!. ¡Manda huevos!
Acto segundo.
Las niñas anuncian que ya están aquí y volvemos para el cónclave (llamados por otros, consejo de ancianos, que cabrones). Discutimos con un café sin madalenas el punto uno: "Un WINDreamer en Djibuti", como si del título de una película se tratara. Acabado el café sin acuerdo, nuestro hermano el gran abuelo Carlos, nos hizo una exibición de como llevar calzonas debajo del mono mientras nos habalba de su amor por los nietos, ¡qué dedicación, qué entrega!, admirable hermano.
Cerrado o sin cerrar el punto uno, el viento llamaba de nuevo, segunda manga. Ya estaban todos montados en los carros y Ramón aún buscando sus guantes negros. No tenía pérdida, debían de estar junto al casco, en la silla, ¡pero no estaban!
Mira debajo de la mesa, decía Pirula; estarán en el bugy, decía Nena; ya está, dijo Isabel, en el cuarto de baño, seguro que te los has dejado allí. Negativo. No estaban. Comienza pues el misterio.
Acto tercero.
La segunda regata es mucho más accidentada que la primera, la lámina de agua de las olas se confunde con la de la lluvia, el viento rola al noroeste y las trazadas se hacen más inestables. , los WD derrapan, hay vuelcos, .. es hora de volver.
Toca ahora desmontar los WD, despojarse de la ropa mojada, sacarse los cascos de la cabeza...y ...¡VOILA! como si sacara un conejo de la chistera, Juanele saca los guantes negros de su casco, ¿pero esto que es? ¿quién me ha metido estos guantes en mi casco? Mojados y llenos de arena, los guantes negros habían competido en la segunda manga cobijados encima de su despistada cabeza. Y así fue como se resolvió el misterio de los guantes negros de Ramón.
Moraleja, si ves que el casco te queda pequeño, mira dentro, puedes encontrar cualquier cosa, incluso unos guantes negros.
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